Somos magia, seres especiales, y por eso únicos e insólitos.
Felices Pascuas a todos y todas, junto a un fuerte abrazo para los palmeros, que este año lo están pasando tan mal y para aquellos que de alguna manera se sienten desamparados o desamparadas.
No debemos olvidar que cada día es un comienzo, de manera que a luchar por un próspero Año Nuevo.
Los dos hermanos contemplan emocionados los pósteres que su tía les ha traído de recuerdo de su último viaje. En uno se ve un magnífico Galeón Flamenco del siglo XVI y en el otro una Carta Portulana que se usaba en la navegación medieval, con todos los detalles que eran capaces de hacer entre los siglos XIV y XV.
Al hermano mayor la Carta Portulana le parece aburrida y fea y hasta de colores sosos; pero al contrario, el Galeón le parece una maravilla pues le recuerda los tiempos estoicos de la piratería, repletos de aventuras. Además, está seguro de que en cuanto sus colegas lo vean pegado en la pared de su habitación, será la envidia de todos.
Siempre deja elegir primero al pequeñajo, pero en esta ocasión, de verdad que desea con fuerza el cartel del Galeón, de manera que le dice, que la Carta de navegación en verdad es un mapa mágico. El pequeño mira el póster fascinado y volviéndose hacia su hermano con la Carta Portulana en las manos, le da las gracias por dejarlo elegir y sale disparado hacia su habitación.
En su cuarto, el pequeño, extiende el mapa sobre la peluda alfombra y acostado boca abajo empieza a observarla buscando indicios de su magia.
Y el hermano mayor se queda con esa sensación amarga que dan las victorias obtenidas mediante el engaño, pero que se sacude pronto.
El póster del Galeón Flamenco es un éxito entre los amiguetes, aunque no tanto como había esperado, y cuando los chicos se van, él se siente incómodo por haber engañado a su hermano y porque en toda la tarde no ha aparecido por su habitación. Así que se va a verlo.
Lo encuentra jugando ilusionado con pequeñas piezas sobre el mapa, y el niño enseguida le pasa un pequeño personaje y lo invita a jugar con él, entre los puntos mágicos que hay en la Carta. Y le cuenta, señalando con el dedo sobre el papel, que tiene vías para acceder a puertos, te avisa de peligros, bancos de arena, arrecifes y dónde fondear tu barco; y además, mamá me explicó, que estas líneas de aquí forman la “rosa de los vientos”, que no sé lo que es, pero suena fascinante.
El hermano mayor sonríe, mientras le sigue el juego. Y piensa que estaba totalmente equivocado, porque está claro que la magia puede encontrarse en cualquier parte, sólo hay que creer en ella.