lunes, 4 de abril de 2022

Un rato en el hormiguero

La vida sería muy distinta si todos dedicáramos nuestro tiempo a conseguir la prosperidad y el bienestar de la comunidad, y no a pensar tan sólo en nuestro propio beneficio. Necesitamos caminar hacia una relación real y palpable con nuestros semejantes, y no hacia la individualización, ni a  encerrarnos en nosotros mismos.

Una luz dorada se reflejaba sobre las gotas que cabezotas, y aunque soplaba viento, aún permanecían aferradas a los tréboles que colonizaban la zona. Amanecía, pero en el hormiguero hacía mucho que la actividad nerviosa de las Obreras no parecía decaer, pues la Reina estaba a punto de realizar una nueva puesta de huevos y además, la lluvia había provocado el ensanchamiento de la puerta de la colonia.

Entre el alboroto general y como si alguien quisiera templar aún más los nervios, cayó por el hueco del hormiguero algo que no paraba de dar saltos, lo que provocó un loco frenesí en la comuna que sólo duró unos segundos. Enseguida un batallón bien entrenado de hormigas Soldado cerraron filas a su alrededor, mientras las Obreras, se apresuraron a construir una muralla con sus cuerpos para proteger a la Reina en su proceso de puesta de huevos. 

 

El intruso resultó ser un trozo de rabo de lagartija que su dueño había perdido en circunstancias que se desconocían y para asombro de la comunidad y sembrando el mismo desconcierto que al caer, de pronto dejó de moverse, circunstancia que aprovecharon las Obreras para despiezarlo, mordisqueando, digiriendo y almacenando las proteínas en sus estómagos, para alimentar luego las numerosas larvas que esperaban en la guardería.

Al poco tiempo, del rabo de la lagartija no quedaba más que el precipitado susto que produjo aquel maná caído del cielo. Y como el ejército que eran, y sin mayor preocupación que la de proteger siempre al clan, comenzaron el ascenso en fila india para reparar el agujero de entrada unas, y traer provisiones las otras, como si allí dentro nada hubiera alterado la rutina del hogar.



 

1 comentario:

  1. Las ilustraciones las realicé con acuarela, rotulador y un toque digital. La autora

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