jueves, 4 de abril de 2019

Sonidos

Si imaginamos lo que nos rodea cerrando los ojos, podemos ver a través de los sonidos y sentir y respirar nuestro entorno. En este poema desgloso entre las estaciones del año los retazos de esas sensaciones

Primavera

Pop, pop, pop, pop, repiquetea la lluvia sobre los pequeños tallos que se retuercen a ras de suelo, y brotan las flores ahogadas de ímpetu. Y cuando se exhibe el arcoiris trinan los pájaros, prripi, pirrip, pip, pip, y aletean vigilantes, blus, blus, blus, junto a los nidos.


Verano

La cigarra trre, trre trre, y los grillos, rip, rip, rip, rip, sofocan la tarde y las risas de los niños, ja, ja, ja, ji, ji, ji, sobre la arena cálida de la playa, la relajan. Las bicicletas danzan bri, tap, tap, bri, tap, tap, por los caminos y murmuran al oído, bss, bss, bss, las parejas cogidas de la mano.


Otoño

El viento empuja las hojas que cuchichean sobre el suelo, fru, fru, fru, fru y el rumor de la cafetería se extiende sobre el silencio del crepúsculo, blabla, bla, blabla, bla, y las olas retumban plummshsh, plumshsh, sh, sh, sh, estremecidas contra el muelle.


Invierno

Los relámpagos encienden la tarde color de vino, el trueno rrtum, rrtumtum, rrtumtumtum, hace vibrar los cristales y la lluvia top, top, top, top; top, top, top, top, acompaña a la percusión, y los perros aúllan auuu, auuuuu, en la noche cortando el frío, mientras caen silenciosos los copos de nieve.



3 comentarios:

  1. Las ilustraciones las realicé con acrílicos y un toque digital para terminar.

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  2. Este año estamos teniendo un breve invierno en primavera, un corto verano en invierno, ….no hay quien se aclare. Las plantas de mi terraza se confunden y cuando se cuajan de brotes les llega la fría helada. Y es que no son tiempos de confiarse, hay que estar siempre alerta para cuanto antes buscar la mejor situación.

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    1. La primavera nos trae siempre tiempo revuelto, pero es verdad que llevamos unos años cuando menos traviesos. Recuerdo cuando niña los fríos inviernos y las fuertes lluvias que marcaban la estación y sabías con certeza que pasada la temporada ya caminábamos tras la primavera, hacia el verano. Ahora tenemos siempre la incertidumbre de cuando nos sorprenderá el tiempo. Es el pago que nos toca por arremeter sin miramientos contra la naturaleza, y aunque en algunos lugares del planeta intentamos ponerle remedio, en otros, como las avestruces, esconden la cabeza como si la cosa no fuera con ellos.
      Seguir alerta es lo que nos queda por hacer, si no queremos sustos desagradables.
      Saludossss.

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