domingo, 11 de mayo de 2014

Basura



Meditaba mientras descansaba un poco. Hoy se encontraba rara. No tenía nada que ver con estar allí. Otra persona cualquiera se asquearía y no comprendería cómo el olor nauseabundo de la basura corrompida no le hacía perder el conocimiento, vomitar o simplemente salir corriendo.

Ella ya no lo olía, se había acostumbrado. No siempre fue así, al principio tampoco ella lo resistía, pero se vio obligada a quedarse en aquel agujero, después de haber intentado salir de allí tantas veces que había perdido la cuenta. Todo es cuestión de tiempo y al fin  comprendió que el mundo exterior no estaba hecho para ella. No se sentía a gusto entre la gente, había perdido las ganas de lidiar con la sociedad y solo quería que la dejaran en paz. Fuera de aquel paraje inhóspito, en las calles, una mujer flaca y desnutrida no podía defenderse de los otros.

Pasaba el día soñando despierta mientras rebuscaba entre la basura, y las noches transcurrían en un eterno duerme vela con cortos periodos en los que conseguía conciliar el sueño. A veces, aún de noche, tenía que caminar sin rumbo para evitar congelarse en aquel maldito invierno que parecía no terminar nunca. Caminar y caminar sobre un desierto de basura con ayuda de la linterna. Era curioso, con cuantas cosas te podías tropezar al día sin pretenderlo. La gente era una inconsciente. Tira de todo, no solo desperdicios, ni objetos rotos o inservibles. ¡Cuantas cosas!. La linterna era una de ellas y pilas nunca le faltaban. Se rascó la cabeza instintivamente y también la nariz con la manga de la camisa.


Aquel atardecer mientras hacía el recorrido de costumbre trataba de recordar un cuento. En ocasiones soñaba con lugares lejanos, con las novelas románticas que leyó en su juventud, con los cuentos de su niñez.  Incluso podía hacerlo despierta, no necesitaba siquiera cerrar los ojos. Tenía los personajes ante la vista, –cómo era...– no podía acordarse del título. –Era aquel que cuenta la historia del niño... No, creo que no era un niño, bueno, no importa. El caso era que iba tirando migas de pan para no perderse–. Rió para sus adentros, allí sería casi imposible proponerse encontrar algo. Fue entonces, mirando al suelo, cuando le pareció que algo brilló durante un segundo. Miró otra vez, prestando más atención y entonces lo vio, un destello como un fogonazo. Se agachó para poder recogerlo y le sonaron las rodillas como si el engranaje estuviera reseco y protestaran. Cuando tuvo la piedra entre sus manos supo que por fin su destino sería otro.


Había llegado su momento. Nunca más volvería a dormir entre la basura, ni a soñar despierta porque ahora era ella la que formaba parte del sueño. Alzó los brazos, apretó el puño donde tenía la piedra y sonrió feliz mostrando el hueco de los dientes que le faltaban.

–Has comprobado todo supongo.
–En efecto, ya lo hemos revisado varias veces y estamos recogiendo el equipo.
–Debió de morir al anochecer.
–Al final ¿qué tenía en la mano?.
–Un trocito de cristal. Me costó un triunfo cogerlo, su puño lo aferraba fuertemente.
–¿Te has fijado en su cara? Está sonriendo. No me explico cómo alguien que vive en este estercolero puede morir sonriendo.
–Yo tampoco.

5 comentarios:

  1. En esta ocasión las ilustraciones son fotografías que traté en Photoshop.

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  2. Respuestas
    1. Los indigentes, aquellos que no tienen casa, los que viven de nuestras basura son para nosotros unos proscritos. No nos gusta pensar en ellos, ni tenerlos cerca, no nos atreveríamos a dirigirles la palabra y no somos capaces de imaginar como es realmente su día a día. Besosss

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  3. Imagino que todos pensamos que los cambios que nos sucedan no serán a peor. Sin embargo, nunca sabemos hasta donde pueden cambiar nuestras circunstancias en el futuro.
    Todos en algún momento, o en muchas ocasiones, nos hemos sentido dependientes física o intelectualmente, y cuesta mucho reconocer y aceptar esta dependencia.
    Por ello no deberíamos mirar desde una posición superior a "nadie", porque quizá esa persona ha sido alguien relevante y no merecía estar así.
    Tenemos que tener claro que no sabemos lo que la vida nos tiene guardado.
    Así que por si acaso no debemos perder ni un segundo en empezar a disfrutar, y conciliar y adaptarse y DIVERTIRSE!! a la vez que somos "buenas" ; )

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  4. Es cierto Novia, el futuro es una incógnita para todo el mundo. Soñar podemos hacerlo todos y planear lo que pretendemos hacer o ser también, pero la realidad al final siempre es otra, unas veces mejor y otras no tanto. Rendirse es lo que no debemos tolerarnos nunca, respetar al prójimo siempre e intentar ser felices. Saludoss

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