domingo, 13 de abril de 2014

Tres Sarantontones


A veces me siento como una niña pequeña con coletas, que mientras da vueltas con su patineta en el patio de su casa, sonríe, se deja llevar por la inercia, mira al cielo, y se siente feliz mientras sueña los cuentos que un día ilustrará. 




En el parque, tres sarantontones casi equilibristas, saltaban y saltaban  sobre una cama elástica mientras algunos paseantes los observaban.

Un día dieron tantas volteretas en el aire y fué tanto lo que saltaron, que uno de ellos feliz, se agarró de una nube.  Cuando se vió tan arriba sintió miedo y ya no supo cómo bajar.

La gente murmuraba preocupada. Los compañeros le gritaban –¡Baja, bajaaaa! –pero él no se atrevía porque desde allí arriba todo se veía muy pequeño.

Al sentirlo tan apurado, le dijo la nube al viento: –¡Sooopla, soopla!–, y el viento sopló. Entonces la nube descendió bailando, hasta que su barriguita rozó la copa de los árboles.

El sarantontón al ver cerca las ramas, abrió sus alas y armándose de valor dió un gran salto. Todos aplaudieron al viento, a la nube y al sarantontón pues al fin fue un valiente, y gritaron juntos –¡No hay nada como trabajar en equipooooo!.



1 comentario:

  1. Las ilustraciones en esta ocasión están realizadas con acuarela, rotulador y lápices de colores sobre papel.

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